Por Daniel Blumenthal
A una semana de las elecciones generales que pueden alejarlo del poder, Benyamin Netanyahu declara su intención de imponer de inmediato, después de su reelección, la soberanía israelí sobre el Valle del Río Jordán.
La inmediata reacción palestina fue pronunciada por el negociador Saeb Erekat. ¨Es agregar combustible a la fogata¨, dijo.
En una rueda de prensa descrita como ¨dramática¨ y atrasada 90 minutos, el Primer Ministro israelí agregó que después de publicado el plan de paz de Trump, impondrá la soberanía sobre todos los asentamientos.
¨Es una oportunidad histórica y única para imponer la soberanía israelí sobre nuestras localidades en Judea y Samaria y también sobre otras zonas importantes para nuestra seguridad, nuestro legado y nuestro futuro¨, agregó.
Después de esta declaración, que estaría en coordinación con la administración Trump, la rueda de prensa se convirtió en un discurso electoral y las cadenas de televisión, que lo transmitían en directo, dirigieron sus cámaras y sus micrófonos a sus propios analistas en los respectivos estudios.
Los últimos censos de opinión otorgaban una tenue mayoría a su principal rival, Benny Gantz del partido ¨Azul y Blanco¨ y amenazado por los cargos criminales en su contra, sujetos a una vista previa dentro de tres semanas, Netanyahu hace uso de toda artimaña política para atraer a su electorado.
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