Dos explosiones estremecieron este Jueves la capital siria dejando un saldo de decenas de muertos y decenas de heridos. Hasta las primeras horas de la tarde nadie se había adjudicado la responsabilidad por el atentado en el barrio de Qazaz, que afectó seriamente a la sede de los servicios de inteligencia del Presidente Bashar Assad. El gobierno sirio acusó a terroristas por el atentado. Ataques anteriores habían sido adjudicados a agrupaciones afililadas a Al Qaeda.
En los sitios de las explosiones se produjeron dos grandes cráteres, testimonio del uso de cargas explosivas de mucha potencia. En vehículos y edificios en cien metros de radio podían verse los efectos de las explosiones.
Testigos afectados por el atentado acusaban a todos, al gobierno, a la oposición, a Israel y al Presidente Barack Obama.
El Secretario General de las Naciones Unidas Ban ki-Moon advirtió a las autoridades sirias y a la oposición en ese país, que la misión de paz del enviado especial Kofi Annan es la última oportunidad para evitar una guerra civil en Siria.
Deja un comentario